¿Sabías que...?
las mujeres íberas tejían su ropa?
Los íberos vestían con ropa hecha de lana para el invierno y de lino para el verano. Los hombres solían llevar túnicas cortas que ceñían a la cintura con un cinturón de piel o de cuerda. En cambio, las mujeres vestían túnicas largas y se cubrían la cabeza con una toca.
Para hacer las telas con las que elaboraban los vestidos utilizaban telares verticales de madera. De los telares colgaban unos hilos tensados con pesos de piedra o cerámica (pondus) y con una lanzadera de madera o piedra, las mujeres iban tejiendo la ropa.
Fíjate bien en la reproducción de telar íbero que encontrarás en la casa del Turó Rodó!
El poblado ibérico de Turó Rodó está situado sobre un promontorio de 40 m de altura ubicado en el noreste y muy cerca del núcleo de Lloret de Mar. Se vierte directamente al mar en un lugar de fácil defensa y con un amplio campo visual sobre la playa de Lloret. De hecho culmina el paseo marítimo de Lloret: un claro caso de patrimonio arqueológico potencialmente muy visitable del litoral de la Costa Brava, siendo una oportunidad de oro para el diálogo entre investigación y difusión.
Entre los años 2000-2003, fue excavado. Estos trabajos permitieron documentar las características principales del poblado y su evolución histórica, que se extiende desde finales del siglo III a.C. hasta las primeras décadas del I a.C .Se trata de un asentamiento costero del tipo barrera, situado en un espolón que sobresale, abocado al acantilado en gran parte de su perímetro y defendido por una muralla a tramontana y levante, los únicos sectores accesibles. Las viviendas principales, un total de 7 conservadas, de este poblado se adosan a la parte interna de la muralla (de entre 110 y 130 cm. de ancho) y están abiertas para mediodía en una plaza, en la otra banda de la que encontramos algunas construcciones de menor alcance.
Las siete casas de la zona norte son de planta rectangular y están compuestas por dos ámbitos: una estancia principal en el norte y una pequeña antesala, abierta a la plaza. Es precisamente una de estas casas, la casa 6, que en el transcurso del año 2016 procedimos a su reconstrucción in situ mediante las técnicas de la arqueología experimental.
La reconstrucción se hizo empleando técnicas y materiales propios de la construcción en época ibérica: piedra local, cal, barro y elementos vegetales (madera, cañas y paja). Para esta reconstrucción experimental una premisa básica fue partir de los datos arqueológicos proporcionados por la excavación de este yacimiento.
Esta casa ibérica hay que inscribirla en la llamada arquitectura de barro. Está formada básicamente por un zócalo de piedra (que aísla de la humedad) sobre el que se alzan las paredes (con la técnica de la blanda) y el techo, que también está hecho con barro y elementos vegetales mezclados (con la técnica del amasado), sobre un entramado de cañizo. En el interior de la casa se han reproducido diferentes arreglos propios de la vida cotidiana: un telar, banquetas, cestería, molinos de piedra, chimenea, etc.
Visto el éxito de esta experiencia, y para continuar con la tarea de hacer más comprensibles los restos arqueológicos, en 2023 se continuó con esta filosofía de intervención patrimonial. Básicamente el acceso al poblado y el cuerpo de guardia. Esta actuación permitirá al visitante emocionarse al entrar por el acceso original del poblado y pasear por el cuerpo de guardia y descubrir las técnicas de lucha en época ibérica, gracias al recurso museográfico de la realización de réplicas de armas defensivas y de ataque de los guerreros íberos. Estas réplicas metálicas se podrán visitar en el cuerpo de guardia donde también se ha reproducido una despensa/almacén de productos alimenticios y diferentes reproducciones fidedignas de ánforas que antiguamente podrían haber circulado por el Mediterráneo.